Bueno pues como todo lo bueno se acaba, este Match se acabó.
Tenemos aquí muchas lecturas que se pueden hacer. La valentía de Carlos de jugar 12 partidas contra un oponente al que nunca había ganado. La alegría de Álvaro de ganar el Match (7,5-4,5) por un margen que podríamos llamar amplio. La alegría de Carlos por ganar 27 puntos de Elo o la tristeza de Álvaro por perder 14 puntos de Elo, quizás un demasiado severo castigo. La dicha de ambos por haber jugado partidas muy interesantes, por haberle perdido el miedo a la Española a base de profundizar en esta Apertura; por haber empleado casi 50 horas de concentración y ajedrez.
Nadie descarta volver a jugar otros cara a cara, e incluso nuevos jugadores se apuntan a esta modalidad, que es cara (con la nueva subida en la inscripción de torneos en la Fide), bastante exigente, cansada y que el que mas Elo tiene es el que más tiene que perder, o el único. Lo perfecto es que lo jueguen jugadores con Elos parecidos, para que el interés sea ganar el Match, no cubrir la pérdida de Elo. Por ejemplo una vez ganado el Match, si no nos hubiésemos jugado Elo, podríamos haber jugado variantes más arriesgadas, que no hemos llevado a la práctica, y que teníamos preparadas, como el Ataque Marshall o el Gambito Jaenish, pero por la necesidad de ganar pera no perder Elo, no arriesgas.
En esta nuestra última partida, hasta nos hemos equivocado de color. Todo empezó por los senderos trillados de la C77 Ruy López, Defensa Morphy, Variante Anderssen. La igualdad se rompe cuando consigo el peón de "b" pasado (-0.85). En el movimiento 20, Carlos avanza el peón a d4 pero lo pierde, así que la ventaja aumenta hasta (-1.00). A continuación cambiamos una torre y una pieza menor, pero la ventaja se mantiene. Carlos me saca media hora de tiempo, que lo he ido consumiendo en mi afán de no equivocarme. La ventaja sigue aumentando hasta (-1.50) en los siguientes lances hasta que abandono la defensa del peón "a" que cae y con él la ventaja enterita. A partir de aquí, por las razones que sean, los errores empiezan a aflorar, pero yo cometo más que Carlos que es el que al final se lleva el punto a casa, después de estar pensando ambos, durante mucho tiempo, que eran tablas con alfiles de distinto color.
Sumando las diez partidas Españolas con Aníbal, mas la suerte de haber jugado seis partidas españolas también en la Liga, mas las 12 de este Match con Carlos, en el breve espacio de un año me he metido 30 partidas entre pecho y espalda y esta Apertura ha pasado a ser mi preferida y la que mas conozco. El objetivo era ese, así que: Cumplido. ¿Daños colaterales? Ya los iremos viendo.
Hasta la próxima. Saludos cordiales.
Álvaro Domínguez Coig
Tenemos aquí muchas lecturas que se pueden hacer. La valentía de Carlos de jugar 12 partidas contra un oponente al que nunca había ganado. La alegría de Álvaro de ganar el Match (7,5-4,5) por un margen que podríamos llamar amplio. La alegría de Carlos por ganar 27 puntos de Elo o la tristeza de Álvaro por perder 14 puntos de Elo, quizás un demasiado severo castigo. La dicha de ambos por haber jugado partidas muy interesantes, por haberle perdido el miedo a la Española a base de profundizar en esta Apertura; por haber empleado casi 50 horas de concentración y ajedrez.
Nadie descarta volver a jugar otros cara a cara, e incluso nuevos jugadores se apuntan a esta modalidad, que es cara (con la nueva subida en la inscripción de torneos en la Fide), bastante exigente, cansada y que el que mas Elo tiene es el que más tiene que perder, o el único. Lo perfecto es que lo jueguen jugadores con Elos parecidos, para que el interés sea ganar el Match, no cubrir la pérdida de Elo. Por ejemplo una vez ganado el Match, si no nos hubiésemos jugado Elo, podríamos haber jugado variantes más arriesgadas, que no hemos llevado a la práctica, y que teníamos preparadas, como el Ataque Marshall o el Gambito Jaenish, pero por la necesidad de ganar pera no perder Elo, no arriesgas.
En esta nuestra última partida, hasta nos hemos equivocado de color. Todo empezó por los senderos trillados de la C77 Ruy López, Defensa Morphy, Variante Anderssen. La igualdad se rompe cuando consigo el peón de "b" pasado (-0.85). En el movimiento 20, Carlos avanza el peón a d4 pero lo pierde, así que la ventaja aumenta hasta (-1.00). A continuación cambiamos una torre y una pieza menor, pero la ventaja se mantiene. Carlos me saca media hora de tiempo, que lo he ido consumiendo en mi afán de no equivocarme. La ventaja sigue aumentando hasta (-1.50) en los siguientes lances hasta que abandono la defensa del peón "a" que cae y con él la ventaja enterita. A partir de aquí, por las razones que sean, los errores empiezan a aflorar, pero yo cometo más que Carlos que es el que al final se lleva el punto a casa, después de estar pensando ambos, durante mucho tiempo, que eran tablas con alfiles de distinto color.
Sumando las diez partidas Españolas con Aníbal, mas la suerte de haber jugado seis partidas españolas también en la Liga, mas las 12 de este Match con Carlos, en el breve espacio de un año me he metido 30 partidas entre pecho y espalda y esta Apertura ha pasado a ser mi preferida y la que mas conozco. El objetivo era ese, así que: Cumplido. ¿Daños colaterales? Ya los iremos viendo.
Hasta la próxima. Saludos cordiales.
Álvaro Domínguez Coig
Buen debate el de jugarse o no el Elo.
ResponderEliminarCreo que debería jugarse siempre el Elo, de lo contrario una vez que alguien gane el match es muy fácil perder el aliciente de seguir jugando, las partidas se pospondrían o no se jugarían porque, total, ya hay un ganador.
Jugándose el Elo una vez haya un ganador todavía puedes intentar rascar algunos puntos y que las penas sean menores.
Saludos,
Aitor