Martes por la tarde 17:30 horas, tranquilidad en Colmenarejo, el Match va tocando a su fin y las partidas que quedan, son las decisivas.
Antes de empezar a jugar Carlos me pregunta si le tengo alguna sorpresa y le respondo que sí.
Empezamos la partida y donde pensé que quizás me iba a sorprender, no fue así. Seguimos dándole vueltas a la C78.- Apertura Española. Defensa Archangelsk/Möller, una vez más. La he jugado 12 veces en un año. Pero mi sorpresa también incluía esta variante así que en el movimiento 7, varío el tema, como ya se lo hice a Aníbal en nuestro Match. Carlos lo juega mejor y se sale de mis estudios en la jugada 10ª. Mi contestación no es mala pero no es la mejor.
En el movimiento 15 el enroque de las negras está abierto e invita al ataque. Seguidamente y aprovechando esta invitación se me escapa por dos veces consecutivas un jaque de Dama con ganancia del peón de dama rival… ¡qué fallo! Aun así las blancas están mejor, dice el genio de la lámpara (+0.96), con igualdad de material, todo es "mejor posición".
Como su Rey esta desprotegido, pienso que romper el centro le traerá más peligros, pero con los cambios que se producen a continuación en vez de entrar en un final ganador, como era mi idea, lo único que consigo es la igualdad.
Entramos en un final donde Carlos tiene cuatro peones todos aislados y yo dos parejas de dos. Su alfil es malo y mi caballo bueno. Con estos ingredientes pensé que ganaría el final. Ahora el Fritz me da solamente (+0.30), pero las sensaciones de ambos contendientes sobre el tablero eran que las blancas estaban mucho mejor, para ganar.
En ese momento, jugada 36 y como siempre que muevo sin pensar, me dejo el caballo. ¡Qué cabreo sordo! Seguí jugando a la espera de un milagro que por casualidad, con un peón mío en 6ª, en fin pudiese forzar las tablas.
Carlos llega a tener (-9.03) a su favor. En el movimiento 49, Carlos no ve el ganador avance del peón de "f". Parece bloqueado todo, no vemos la continuación ganadora. En ese momento D. Carlos cambia de plan y se va con el Rey a comerse mi peón alejado. Me permite entrar a por sus peones del flanco de rey.
En esta nueva situación, con su Rey y alfil allá lejos, solo había ahora un movimiento ganador, el resto tablas,pero Carlos no lo ve porque no era fácil verlo y firmamos las tablas con (-2.88).
Vaya lío… señores del jurado. Divertido…divertidísimo. Mejor manera de pasar un martes por la tarde…. imposible. Que a esto le llamemos ajedrez, como si le llamamos Luis.
Saludos cordiales
Álvaro Domínguez Coig
Antes de empezar a jugar Carlos me pregunta si le tengo alguna sorpresa y le respondo que sí.
Empezamos la partida y donde pensé que quizás me iba a sorprender, no fue así. Seguimos dándole vueltas a la C78.- Apertura Española. Defensa Archangelsk/Möller, una vez más. La he jugado 12 veces en un año. Pero mi sorpresa también incluía esta variante así que en el movimiento 7, varío el tema, como ya se lo hice a Aníbal en nuestro Match. Carlos lo juega mejor y se sale de mis estudios en la jugada 10ª. Mi contestación no es mala pero no es la mejor.
En el movimiento 15 el enroque de las negras está abierto e invita al ataque. Seguidamente y aprovechando esta invitación se me escapa por dos veces consecutivas un jaque de Dama con ganancia del peón de dama rival… ¡qué fallo! Aun así las blancas están mejor, dice el genio de la lámpara (+0.96), con igualdad de material, todo es "mejor posición".
Como su Rey esta desprotegido, pienso que romper el centro le traerá más peligros, pero con los cambios que se producen a continuación en vez de entrar en un final ganador, como era mi idea, lo único que consigo es la igualdad.
Entramos en un final donde Carlos tiene cuatro peones todos aislados y yo dos parejas de dos. Su alfil es malo y mi caballo bueno. Con estos ingredientes pensé que ganaría el final. Ahora el Fritz me da solamente (+0.30), pero las sensaciones de ambos contendientes sobre el tablero eran que las blancas estaban mucho mejor, para ganar.
En ese momento, jugada 36 y como siempre que muevo sin pensar, me dejo el caballo. ¡Qué cabreo sordo! Seguí jugando a la espera de un milagro que por casualidad, con un peón mío en 6ª, en fin pudiese forzar las tablas.
Carlos llega a tener (-9.03) a su favor. En el movimiento 49, Carlos no ve el ganador avance del peón de "f". Parece bloqueado todo, no vemos la continuación ganadora. En ese momento D. Carlos cambia de plan y se va con el Rey a comerse mi peón alejado. Me permite entrar a por sus peones del flanco de rey.
En esta nueva situación, con su Rey y alfil allá lejos, solo había ahora un movimiento ganador, el resto tablas,pero Carlos no lo ve porque no era fácil verlo y firmamos las tablas con (-2.88).
Vaya lío… señores del jurado. Divertido…divertidísimo. Mejor manera de pasar un martes por la tarde…. imposible. Que a esto le llamemos ajedrez, como si le llamamos Luis.
Saludos cordiales
Álvaro Domínguez Coig
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