Primeros años
Nació en el Castillo del Príncipe, instalación militar de La Habana colonial. José Raúl fue el segundo hijo de José María Capablanca, oficial del ejército español y María Graupera.
Capablanca jugando con su padre (1892, La Habana)
Según su propio relato, Capablanca aprendió las reglas del juego a los cuatro años de edad, observando a su padre jugar con amigos. Cuando el niño cumplió los cinco años su padre comenzó a llevarlo al Club de Ajedrez de La Habana. En diciembre de 1901, a la edad de trece años, derrotó al campeón nacional cubano Juan Corzo con el resultado de 4 victorias, 3 derrotas y 6 tablas.
Hacia la cima
Terminó sus estudios en el Instituto de Bachillerato de Matanzas. Su familia no disponía de recursos como para permitirle estudiar en el extranjero, pero en vista de sus buenos resultados académicos, su mecenas Ramón San Pelayo se dispuso a financiar su formación en los Estados Unidos.
Cursó la secundaria en la Escuela Woodycliff de Nueva Jersey aspirando a entrar en la Universidad de Columbia para seguir la carrera de ingeniería química. Sin embargo, permanentemente distraído por su pasión en el juego ciencia, sólo cursó los dos primeros años.
En 1905 comenzó a frecuentar el Club de Ajedrez de Manhattan: En la noche del 6 de abril de 1906 participó en un torneo relámpago en el qué, tras sucesivas partidas eliminatorias, venció al gran Emanuel Lasker, ante el asombro de todos, adjudicándose el torneo. Lasker estrechó la mano de su vencedor diciéndole: "Es notable joven, usted no ha cometido errores".
Entre fines de 1908 y 1909 participó en una prolongada gira estadounidense; de un total de 734 partidas, ganó 703, entabló 19 y sólo sufrió 12 derrotas.
En 1909, a la edad de 20 años, Capablanca ganó un encuentro al campeón estadounidense Frank Marshall (+8 -1 =14). Fue la insistencia de Marshall lo que permitió que se le dejara participar al joven Capablanca en el torneo de San Sebastián, España en 1911. Ésta era una de las competiciones más importantes de la época; todos los grandes jugadores del planeta estarían presentes excepto el entonces campeón mundial Emmanuel Lasker. Al inicio del torneo Ossip Bernstein y Aarón Nimzowitsch objetaron la presencia del invitado pues éste no había ganado todavía ninguno de los grandes torneos. Sin embargo, después de que Capablanca ganara su primer juego contra Bernstein (en una partida que le otorgaría el premio a la brillantez), éste reconoció su talento y dijo que no se sorprendería si su vencedor terminaba ganando.
Tras una movida durante un juego en la variedad de ajedrez rápido, Nimzowitsch se ofendió a raíz de un comentario de Capablanca, a quien respondió: "Los jugadores sin trayectoria deberían mantener la boca cerrada en presencia de sus superiores". En el acto, Capablanca retó a Nimzowitsch a enfrentarlo en una serie de juegos rápidos, los cuales ganó fácilmente. Los maestros presentes en el lugar concluyeron que el joven cubano era insuperable en la variante rápida, distinción que le correspondería hasta el final de su vida. Capablanca efectivamente terminó ganando el campeonato (nuevamente frente a Nimzowitsch), usando una apertura muy admirada por Mikhaïl Botvinnik , y asombrando el mundo del ajedrez al ganar con balance de +6 -1 =7, delante de Akiba Rubinstein , Karl Schlechter y Siegbert Tarrasch.
En 1911 retó a Lasker por el campeonato del mundo. El alemán aceptó el desafío pero propuso 17 condiciones para el cruce. Capablanca no estuvo de acuerdo con algunas y no llegaron a un acuerdo.
En septiembre de 1913 consiguió un trabajo en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba. El sueldo mediano le permitió seguir disfrutando de su pasión ajedrecística y realizar algunos viajes al exterior en busca de nuevos desafíos. Durante muchos años fue el cubano más famoso.
En el gran torneo de 1914 en San Petersburgo , con la participación de la mayoría de los mejores jugadores del mundo, Capablanca se encontró con el gran Lasker por primera vez en un torneo normal. Al concluir el torneo, el Zar Nicolás II proclamó a los cinco ganadores de premios: Lasker, Capablanca, Alekhine, Tarrasch y Marshall como "Grandes Maestros del Ajedrez".
Campeón Mundial
En 1920, Lasker se dio cuenta de que Capablanca se estaba haciendo demasiado fuerte y, decidió renunciar al título en favor de éste, añadiendo: "Usted ha ganado el título no por la formalidad de un desafío, sino por su brillante maestría". El cubano prefería ganarlo en una partida, pero Lasker insistió en que era él ahora el retador.
En 1921 jugaron el campeonato en La Habana donde Capablanca venció al alemán sin perder una sola partida: +4 -0 =10.
El nuevo campeón del mundo, Capablanca, dominó en Londres en 1922. Hubo un número interesante de jugadores fuertes y se creía que el campeón no debería poder evadir retos a su título como había sucedido en el pasado. En este torneo, algunos de los mejores jugadores de la época (Alexander Alekhine, Efim Bogoljubov , Geza Maroczi , Richard Réti , Akiba Rubinstein , Tartakower y Milan Vidmar ), se reunieron para discutir reglas para los campeonatos mundiales por venir. Entre otras cosas, una de las condiciones propuestas por el campeón fue que el aspirante al título tendría que reunir al menos diez mil dólares para el premio.
Resultó segundo en Nueva York en 1924, otra vez por delante de Alekhine.
Capablanca y Lasker en Moscú en 1925
El éxito en Nueva York en 1927 fue excepcional: Terminó invicto en una vuelta cuádruple con seis de los mejores jugadores del mundo y con 2,5 puntos por encima del segundo, Alekhine. Capablanca superó al ruso en su primer enfrentamiento, ganó el premio de la partida más brillante contra Rudolf Spielmann y ganó dos juegos muy interesantes contra Nimzowitsch.
Pérdida del título
El éxito de 1927 le dejó como el gran favorito para el campeonato contra Alekhine, que hasta entonces no había podido ganar nunca a Capablanca. El desafío fue respaldado por un grupo de hombres de negocios argentinos y el presidente de este país, que garantizó los fondos.
La proximidad del partido llevó a una serie de pronósticos sobre su resultado: El gran maestro alemán Rudolf Spielmann sentenció: "Alekhine no va a ganar ninguna partida"; según Vidmar: "Alekhine no tiene ni la sombra de una posibilidad"; Bogoljubov coincidió: "El resultado final va a ser 6 x 3 a favor de Capablanca"; Nimzowitch y Maroczi se pronunciaron también en favor de la victoria del cubano.
El propio Capablanca se sentía seguro de su triunfo, por lo que, fiel a su estilo, no se preparó para el encuentro, confiando en su capacidad única para resolver los problemas directamente frente al tablero; en cambio, llevado por sus responsabilidades laborales como representante del ajedrez de Cuba, participó en una gira de partidas de exhibición por el Brasil.
En una estrategia diametralmente opuesta, su contrincante se dedicó a la compleja tarea de estudiar con profundidad el estilo de juego de Capablanca, sus movimientos recurrentes y respuestas ante problemas complicados, etc., inaugurando una forma de trabajo que es norma hoy en día entre los máximos exponentes del ajedrez mundial.
El encuentro se jugó en septiembre de 1927 en Buenos Aires. Ganaría el primero en obtener seis victorias. Alekhine jugó con paciencia y solidez, llevó a Capablanca a perder la primera partida de manera mediocre, para luego tomar ventaja ganando las partidas número 3 y 7, juegos de ataque al estilo de Alekhine; luego perdió las partidas 11 y 12.
Capablanca intentó convencer a Alekhine para anular la cita después de una larga serie de tablas. El ruso rehusó, y acabó venciendo +6 -3 =25, en el encuentro más largo de la historia del campeonato del mundo, exceptuando el campeonato en 1985 entre Karpov y Kasparov.
Alekhine no aceptó jugar la revancha, contraviniendo una de las condiciones del enfrentamiento.
A pesar del colapso de los mercados financieros en 1929, Alekhine siguió insistiendo en las condiciones acordadas en Londres, es decir, Capablanca estaba obligado a recaudar $10,000. El aspirante no logró satisfacer esta condición. En cambio, Alekhine jugó dos campeonatos mundiales contra Efim Bogoljubov, que era un buen ajedrecista, pero no una amenaza para él en un juego extenso. Durante su reinado, Alekhine rechazó jugar en los mismos torneos que su rival hasta el de Nottingham de 1936.
Post-campeonato
Capablanca ganó varios torneos fuertes después de haber perdido el título mundial. Tenía la esperanza de que tarde o temprano sus resultados obligaran a Alekhine a jugar una revancha por el campeonato del mundo, lo que no sucedió. En 1931 derrotó al gran jugador holandés Max Euwe +2 -0 =8, tras lo cual dejó de jugar por un tiempo al más alto nivel, participando solamente en partidas de menos importancia en el Club de Ajedrez de Manhattan.
En 1934 comenzó de nuevo a jugar torneos de mayor importancia.
Alekhine perdió el título contra Euwe en 1935 en parte debido a sus problemas con el alcohol. Esto le dio a Capablanca nuevas esperanzas de volver a disputar el título mundial, aunque nunca lo consiguió.
Nottingham 1936.
De pie de izquierda a derecha: Fine, Tartakower, Vidmar, Bogoljubow, Tyler, Alexander, Flohr, Reshevsky, Botvinnik y Mackenzie. Sentados de izquierda a derecha: Thomas, Lasker, Capablanca, Derbyshire, su esposa, Dr. Euwe, Alekhine y Winter.
Ganó el gran torneo de Nottingham de 1936, empatado con Botvinnik, por delante de Euwe, Lasker, Alekhine y de los nuevos talentos del ajedrez: Reuben Fine , Samuel Reshevsky y Salo Flohr .
En Nottingham, Capablanca jugó la primera partida contra Alekhine desde el gran campeonato mundial y el genio cubano no perdió la oportunidad de vengar su derrota de 1927. Teniendo una posición inferior, logró atrapar al ruso en una trampa tan elaborada que ninguno de los otros jugadores (excepto Lasker) se dio cuenta de en dónde el perdedor había cometido el error. Capablanca expresó su admiración por la astucia que Lasker demostraba incluso a los sesenta años.
En 1937, Euwe, en contraste con la situación entre Alekhine y Capablanca, cumplió con su obligación y concedió a Alekhine el juego de revancha. Alekhine dejó de beber, se preparó bien y volvió a ganar fácilmente el primer puesto. Después de esto no hubo mucha esperanza de que Capablanca volviera a disputar el título, Alekhine no jugó más partidas por el campeonato del mundo y murió en 1946.
Muerte
La salud de Capablanca comenzó a empeorar. Sin embargo, incluso en esta etapa de su declive, fue capaz de producir resultados extraordinarios: En la olimpíada de ajedrez de 1939 en Buenos Aires logró obtener el mejor resultado como primer tablero de Cuba, delante de Alekhine y de Paul Keres.
El 7 de marzo de 1942, Capablanca se encontraba en el Club de Ajedrez de Manhattan en Nueva York. El cubano, de muy buen humor, hacía bromas en relación con las jugadas que se producían en el tablero. De pronto, sorprendiendo a los que le rodeaban, se puso en pie exclamando: "Ayúdenme a quitar el abrigo..." desplomándose luego en brazos de los ajedrecistas que se le acercaron. Trasladado momentos después al Hospital Monte Sinaí , al que llegó en estado comatoso, falleció a las 5:30 de la mañana del día 8. La causa directa de su muerte fue hemorragia cerebral , consecuencia de la hipertensión arterial que venía padeciendo desde hacia bastante tiempo. Justamente un año antes, en el mismo hospital, había fallecido Emanuel Lasker. Tras su muerte el mundo del ajedrez sufrió una terrible consternación. Los grandes maestros más importantes de la época, incluyendo a Alekhine, expresaron sus pésames y le calificaron como el jugador más grande de ajedrez de todos los tiempos. José Capablanca fue sepultado en La Habana con grandes honores.
Tras la muerte de Capablanca, Alekhine dijo:
"El más grande jugador de ajedrez de todos los tiempos" (Alekhine).
"No entiendo ni ahora, después de tantos años, cómo conseguí ganar a Capablanca en el match de 1927" (Alekhine).
Valoración de su carrera
En toda su carrera Capablanca sufrió menos de cincuenta derrotas en partidas oficiales. En partidas oficiales, perdió 35, el 6% del total. Permaneció invicto por más de ocho años, desde el 10 de febrero de 1916, cuando perdió desde una posición superior contra Oscar Chajes ; hasta el 21 de marzo de 1924, cuando sucumbió frente a Richard Reti en el Torneo Internacional de Nueva York. Se trata de un récord de 63 juegos, que incluyó el delicadísimo torneo de Londres de 1922 y la partida por el campeonato del mundo contra Lasker. De hecho, sólo Marshall, Lasker, Alekhine y Rudolf Spielmann ganaron dos o más partidas oficiales frente a un Capablanca maduro, aunque los totales de sus respectivas carreras son negativos (Capablanca derrotó a Marshall +20 -2 =28, a Lasker +6 -2 =16, a Alekhine +9 -7 =33), a excepción de Spielmann que consiguió su nivel (+2 -2 =8). De la élite mundial, solamente Keres tuvo un estrecho margen a su favor (+1 -0 =5), triunfo que ocurrió cuando Capablanca tenía 50 años, en el declive de su carrera. Su Elo ha sido calculado en 2725.
Capablanca no fundó ninguna escuela por sí mismo, pero su estilo fue muy influyente en las partidas de los campeones mundiales Bobby Fischer y Anatoly Karpov. Mikhaïl Botvinnik escribió acerca de cuánto aprendió de Capablanca, y precisó que también Alekhine debía al cubano mucho de su juego posicional, que aprendió durante sus frecuentes reuniones antes de que la lucha por el título del mundo les hiciera enemigos.
Críticas
La crítica más común a su figura se centra en su tradicional pereza: al frente del tablero, si no podía conseguir algo por medios sencillos entonces ni siquiera lo intentaba. Esta característica se manifestaba en que por lo general confiaba en su instinto dejando el cálculo de lado, lo que en ocasiones redundaba en errores graves.
Algunas citas de Capablanca
"En ajedrez cuando juegas con un fuerte jugador las dos armas disponibles para vencerlo deben ser lógica e imaginación"
"El Ajedrez es algo más que un juego; es una diversión intelectual que tiene algo de Arte y mucho de Ciencia. Es además, un medio de acercamiento social e intelectual"
"El Ajedrez sirve, como pocas cosas en este mundo, para distraer y olvidar momentáneamente las preocupaciones de la vida diaria."
"El Ajedrez puede aprenderse hasta un punto y no más allá. Lo demás depende de la naturaleza de la persona."
"Puedo adivinar en un momento lo que se oculta detrás de las posiciones y que es lo que puede ocurrir o lo que va a ocurrir. Otros maestros tienen que hacer análisis para obtener algunos resultados, a mí me bastan unos instantes".
"Jamás he estudiado ajedrez. Sólo estudio ajedrez cuando juego una partida".
Algunas citas sobre Capablanca
"He conocido a muchos jugadores de ajedrez, pero entre ellos sólo Capablanca tiene la capacidad de poner a prueba los puntos débiles del oponente. La debilidad no puede escapar a su certera mirada" (Emanuel Lasker)
"Nunca, ni antes ni después, encontré alguien que pensase a una velocidad tan fantástica como lo hacía Capablanca. Ni siquiera hubiera podido imaginarme algo parecido. Es suficiente con decir que ganó todas las partidas rápidas que jugó contra los maestros de San Petersburgo, con una relación de tiempo de 1:5." (Alekhine, después del match de 1914).
"Su juego es perfecto. Trabaja con la precisión de un horario de trenes de pensamientos. Un examen rápido y claro le revela los secretos de posiciones complejas, y encuentra la jugada capaz de transformar el cuadro ajedrecístico más romántico en una posición desnuda y lógica. Capablanca no es un estratega profundo como Lasker, ni está embriagado por la ciencia del ajedrez como Tarrasch. En él se agolpan las ideas más geniales. Es un ajedrecista práctico. La característica típica de su juego es la de encaminarse en cada posición hacia la mejor jugada, no desde un punto de vista filosófico, sino práctico. La sencillez de su juego no carece de riqueza. La fuerza de Capablanca se basa en el descubrimiento de la prosa en la fantasía del ajedrez…" (Tartakower)
"Es imposible comprender el mundo del Ajedrez sin mirarlo con los ojos de Capablanca" (Botvinnik)
"El juego de Capablanca producía, y sigue produciendo un irresistible efecto artístico. En sus partidas predominaba una tendencia a la sencillez, y en esta sencillez existía una belleza única, genuinamente profunda" (Botvinnik)
"Capablanca era la antítesis de Lasker. Acostumbraba a pasear por la sala después de hacer su jugada. Era un auténtico caballero. Resultaba agradable observarle cuando estaba en el escenario. Jugaba con rapidez y era extraordinariamente lúcido. Tenía una mirada clara y limpia mientras resolvía situaciones en el tablero. Su creatividad estaba libre de la rutina y su técnica de conducir el juego tenía un nivel muy alto. Sus partidas han sido siempre un verdadero acontecimiento para mí. Era un deleite ver la virtuosidad con la que aprovechaba pequeñas ventajas. En mis recuerdos guardo a un Capablanca de estilo claro y admirable. Él es la personificación de una técnica llevada a la perfección.(…) Era un hombre de talento extraordinario. Su modo de jugar los finales es considerado el súmmum de la maestría" (Tal)
"Sin la técnica es imposible alcanzar la cumbre en ajedrez y, por consiguiente, todos hemos tratado de asimilar la maravillosa y sutil técnica de Capablanca" (Tal)
"Capablanca siempre me recordaba a Mozart, que ya desde niño arrancaba sonidos mágicos al piano. Nunca olvidaré cómo me enseñó el camino hacia la victoria en la final que jugué contra un ajedrecista inglés, en el torneo de Hastings en 1933. La sencillez y la elegancia con las que Capablanca movía las piezas eran prodigiosas. Durante mucho tiempo se cernía a su alrededor la aureola de invencibilidad.(…)". (Lilienthal)
"¿Que por qué me ha gustado siempre Capablanca? Quizás porque jugaba de un modo muy sencillo, muy claro. Siempre se ha dicho que la sencillez es la hermana del talento. Cuando un hombre con talento escribe versos, hace fotos artísticas o alguna otra cosa, todos dicen: "Yo también puedo hacer lo mismo". Pero no pueden. Sólo alguien con verdadero talento es capaz de ello. Del mismo modo, cuando la gente ve hoy en día las partidas de Capablanca, dice: "Yo podría jugar así". Pero, ¿por qué sólo Capablanca ha sido capaz de jugar de ese modo? Su grandeza reside precisamente en esa sencillez y en esa claridad de su estilo. He aprendido mucho de Capablanca y considero un gran cumplido cuando alguien me compara con él". (Petrosian)
"Capablanca se encuentra entre los jugadores más grandes, pero no sólo por su habilidad en el final. Su truco consistía en jugar aperturas lo más simples posibles, y entonces jugaba con tal brillantez en el medio juego que la partida quedaba decidida -aunque su oponente no siempre lo supiera-, antes de llegar al final." (Fischer)
"Capablanca no conocía apenas la teoría y vivía -al menos la existencia cotidiana- fuera del ajedrez. Casi no hacía nada y trabajaba mucho menos que otros jugadores, lo que no le impidió ganar los torneos y encuentros más importantes, manteniéndose invicto durante años (de todos los campeones fue el que menos partidas perdió). ¿No es ésta una indicación de talento ilimitado, de indudable genio ajedrecístico?" (Kasparov)
Marshall, Frank − Capablanca, Jose Raul [D53] (0−1)
[Shredder 10 (30s)]
D53: Gambito de dama declinado1.d4 d5 2.c4 e6 3.¤c3 ¤f6 4.¥g5 ¥e7 5.e3 ¤e4 6.¥xe7 £xe7 7.cxd5 ¤xc3 8.bxc3 exd5 9.£b3 c6 10.¥d3 [10.¤f3 ¥f5 11.c4 dxc4 12.¥xc4 b5 13.¥d3 ¥xd3 14.£xd3 0-0 15.0-0 ¤d7 16.¦fc1 ¦ac8 17.¦c2 a6 18.¦ac1 £d6 19.¤g5 g6 20.¤e4 £d5 21.¤c3 £e6 22.£e4 ¦fe8 23.£xe6 ¦xe6 24.¤d5 ¢g7 Santa Torres,J (2230)−Frometa,Z (2180)/Casablanca 2001/½-½ (51)] 10...0-0 11.¤f3 ¤d7 12.a4N [12.0-0 ¦d8 13.¦ab1 ¤f8 14.¦fe1 £c7 15.e4 dxe4 16.¥xe4 ¦b8 17.£a3 a6 18.¦e3 ¥e6 19.h3 ¥d5 20.¥xd5 ¦xd5 21.¦e7 ¦d7 22.¦xd7 £xd7 23.¤e5 £c7 24.£c5 ¤g6 25.¤xg6 hxg6 26.¦e1 b6 Marshall,F−Capablanca,J/New York 1909/HCL/½-½ (39)] 12...¦d8 13.0-0 ¤f8 14.¦fb1 ¦b8 15.a5 ¥e6 16.¦a4 [16.£b4 £c7²] 16...c5 17.£a3?? hay mejores maneras de mantener la presión [¹17.£c2² y el Blanco tiene nuevo aire para respirar] 17...¥d7-+ 18.¥b5 ¥f5 19.¦b2 a6 20.¥e2 ¥d7 21.¤e5 ¥xa4 22.£xa4 c4 23.h3 [23.¦b6 f6 24.¤f3 ¤d7-+] 23...¤d7 24.¤xd7 £xd7 25.£a2 £c7 26.¥f3 ¦d6 27.e4 dxe4 28.¥xe4 b5 29.axb6 ¦dxb6 30.¦xb6 ¦xb6 [Es inferior 30...£xb6 31.£xc4 a5 32.¥f3-+] 31.¥d5 ¦b3 32.g3 [32.£a1 a5 33.¥e4 g6-+] 32...g6 33.£xa6 ¦xc3 34.¢g2 ¢g7 35.£b5 £e7 36.£b2 [36.£c5 £e8 37.£c7-+] 36...¦d3 37.£c2 [37.£a2 no mejora las cosas 37...¦d1 38.¥f3 ¦c1-+] 37...¦xd4 [¹37...£e1-+ aclara definitivamente todo] 38.¥xc4 £b7+ 39.¢g1 £c6 [39...£c8 mantiene incluso un dominio más firme 40.¥b3 £xh3 41.£c3-+] 40.¥b3 £xc2 41.¥xc2 f5 42.¢g2 ¢f6 43.h4 ¢e5 44.f4+ ¢d5 45.¢h3? [45.¢f3-+] 45...¦d2 46.¥b3+ [46.¥a4 no puede cambiar lo que espera al ? 46...¢e4 47.h5 ¢f3-+] 46...¢e4 47.h5 gxh5 48.¢h4 [48.¥e6-+ la única oportunidad de algún contrajuego] 48...h6 49.¢h3 h4! [49...h4 50.¥f7 hxg3 51.¢xg3 ¦d3+ 52.¢g2 ¢xf4-+] 0-1
Capablanca, Jose Raul − Janowski, David [D40] (1−0)
San Sebastian, 27.02.1911
[Shredder 10 (30s)]
D40: Gambito de dama declinado (Defensa semi−Tarrasch)
1.d4 d5 2.e3 ¤f6 3.¤f3 c5 4.c4 e6 5.¤c3 ¥e7 6.dxc5 [6.cxd5 exd5 7.dxc5 ¥xc5 8.a3 ¤c6 9.b4 ¥e7 10.¥b2 0-0 11.¥e2 ¥e6 12.0-0 ¦c8 13.£d3 ¤g4 14.¤b5 f6 15.¦fd1 a6 16.¤bd4 £d6 17.¤xe6 £xe6 18.£xd5 £xd5 19.¦xd5 ¦fd8 20.¦xd8+ ¦xd8 Larsen,B (2565)−Klaey,M/Zürich 1988/CHECK MILLENIUM/1-0 (39)] 6...0-0 7.a3 ¥xc5 8.b4N Las blancas amenazan ganar material: b4xc5 [8.cxd5 ¤xd5 9.¤xd5 exd5 10.¥e2 ¤c6 11.b4 ¥e7 12.¥b2 ¥f6 13.£d2 ¥e6 14.0-0 a6 15.¦ac1 h6 16.¦c5 ¥xb2 17.£xb2 £b6 18.¤d4 ¦ac8 19.f4 ¤xd4 20.£xd4 ¦xc5 21.bxc5 £b3 22.f5 ¥c8 Najdorf−Cruz,W/Rio de Janeiro 1946/CHECK MILLENIUM/1-0 (31)] 8...¥e7 9.¥b2 a5 10.b5 Este avance gana espacio 10...b6 [10...¤bd7 11.cxd5 exd5 12.¤xd5 ¤xd5 13.£xd5±] 11.cxd5² exd5 12.¤d4 El caballo le ha cogido el gusto a d4 12...¥d6 13.¥e2 ¥e6 14.¥f3 Ejerce presión sobre el peón aislado [14.f4 £e7 15.0-0 ¥c5±] 14...¦a7 [14...¥e5 15.g4²] 15.0-0 ¦c7 16.£b3 [No 16.¤xe6 fxe6 17.¦c1 ¤bd7=] 16...¤bd7 [16...¥e5 17.¤xe6 fxe6 18.¤xd5 ¥xh2+ 19.¢xh2 ¤xd5 20.¥e5±] 17.¦fd1 [No 17.¤xd5 ¥xd5 18.¥xd5 ¤c5∓; Más débil es 17.¤xe6 fxe6 18.¥e2 ¤e5³] 17...¤e5 18.¥e2 [18.¥xd5? no lleva a ninguna parte 18...¦xc3 Remove defender: c3 19.£xc3 ¤xd5∓ (‹19...¥xd5 20.¤c6 ¥xc6 21.bxc6±) ; 18.¤xe6? falla 18...¤xf3+ (18...fxe6 19.¥xd5 ¤xd5 20.¤xd5 exd5 21.¥xe5 ¥xe5 22.¦xd5 ¥xh2+ 23.¢h1²) 19.gxf3 fxe6-+] 18...£e7 19.¦ac1 ¦fc8 20.¤a4 ¦xc1 21.¦xc1 ¦xc1+ 22.¥xc1 ¤e4 [22...£c7 23.£c2 ¤c4³] 23.¥b2 [¹23.£c2!? permitiría al Blanco seguir jugando 23...¥xa3 24.¥xa3 £xa3 25.¤xb6=] 23...¤c4∓ 24.¥xc4 ¥xh2+ [Es menos aconsejable 24...dxc4 25.£c2 ¥d5 26.¤xb6 ¥xh2+ 27.¢f1±] 25.¢xh2 Las blancas ganan pieza 25...£h4+ Horquilla de las negras: f2+h2 26.¢g1 £xf2+ 27.¢h2 £g3+ 28.¢g1 dxc4 29.£c2 Las blancas amenazan ganar material: Dc2xe4 29...£xe3+ 30.¢h2 £g3+ 31.¢g1 £e1+ 32.¢h2 £g3+ 33.¢g1 £e1+ 34.¢h2 Dos repeticiones 34...¤f6 35.¤xe6 [35.¤xb6?? el peón es indigesto 35...¤g4+ 36.¢h3 £e3+ 37.g3 £h6+ 38.¢g2 ¤e3+ 39.¢f2 ¤xc2 40.¤xc2 £d2+ 41.¢f3 £d1+ 42.¢f4 £xc2-+] 35...£h4+ 36.¢g1 £e1+ Horquilla de las negras: g1+e6 [36...fxe6 37.£e2 (37.¤xb6 ¤g4 38.£d2 £h2+ 39.¢f1 £h1+ 40.¢e2 £xg2+ 41.¢d1 £g1+ 42.¢c2 £xb6-+) 37...£e4 38.£xe4 ¤xe4 39.¤xb6+−] 37.¢h2 £h4+ 38.¢g1 Dos repeticiones 38...¤g4 Las negras amenazan mate 39.£d2 £h2+ 40.¢f1 £h1+ 41.¢e2 £xg2+ 42.¢d1 ¤f2+ 43.¢c2 Las blancas amenazan mate 43...£g6+ Horquilla de las negras: c2+e6 [Peor es 43...fxe6 44.£d8+ (44.¤xb6?! £g6+ 45.¢c1 ¤d3+ 46.¢c2 ¤c5+ 47.¢d1 £b1+ 48.¢e2 £e4+ 49.£e3 £c2+ 50.¢f3 £f5+ 51.¢e2 £c2+ 52.£d2 £e4+ 53.£e3 £c2+=) 44...¢f7 45.£c7+ ¢f8 46.£d6+ (46.¤xb6 como antes, el comer el peón causará al Blanco graves problemas 46...¤d3+ 47.¢c3 £xb2+ (47...¤xb2 48.£d6+ ¢f7 49.£d7+ ¢f6 50.£d8+ ¢f7 51.£d7+ ¢f6 52.£d8+ ¢f7 53.£d7+=) 48.¢xc4 £c2+ 49.¢d4 £xc7-+) 46...¢f7 47.£c7+ (47.¤xb6 una vez más, la captura del peón es un error 47...¤e4+ 48.¢c1 ¤xd6-+) 47...¢f8 48.¢b1+−] 44.¢c1 £g1+ [44...¤d3+ 45.¢b1 fxe6 46.£c2³] 45.¢c2 Las blancas amenazan mate 45...£g6+ 46.¢c1 Dos repeticiones 46...¤d3+ '¡ el caballo es el caballo!' 47.¢b1 fxe6 [En vez de 47...£xe6 48.£g2 f6 49.£a8+ ¢f7 50.£b7+ ¢g6 51.£g2+ (51.¤xb6 £g4 52.¥c1 ¤xc1 53.¢xc1 £f4+ 54.¢c2 £f5+ 55.¢d2 £d3+ 56.¢e1 £e3+ 57.¢d1 £d3+ 58.¢e1 £e3+ 59.¢d1 £b3+ 60.¢e1 £b1+ 61.¢d2 £b2+ 62.¢d1 £d4+ 63.¢e1 £e5+ 64.¢d1 £d4+ 65.¢e1 £e5+ 66.¢d1 £h5+ 67.¢e1 £g4=; 51.£xb6 £e1+ 52.¢a2 ¤xb2 53.¢xb2 £d2+ 54.¢b1 £d3+ 55.¢c1 £xa3+ 56.¤b2 h5∓) 51...¢f7 52.£b7+ ¢g6 53.£g2+ (‹53.£xb6 £e1+ 54.¢a2 ¤xb2 55.¤xb2 c3 56.£xa5 £e6+ 57.¢a1 cxb2+ 58.¢xb2 £e2+ 59.¢b3 h5∓) 53...¢f7 54.£b7+=; 47...¤xb2+? 48.¢xb2 fxe6 49.£d8+ ¢f7 50.¤xb6 £g2+ 51.¢c3 £h3+ 52.¢xc4 £xa3 53.£d2+−] 48.£c2 h5 [48...£g4 49.¢a2 (49.¤xb6? no merece la pena porque 49...£g1+ 50.¢a2 £xb6 (50...¤xb2?! 51.¤xc4 ¤xc4 52.£xc4³) 51.£xc4 ¤xb2 52.¢xb2 ¢f7-+) 49...h5 50.¤xb6=] 49.¥d4? [¹49.£xc4 es la mejor oportunidad que tiene el Blanco 49...h4 50.¤xb6³ (50.£xh4?? ¤b4+ 51.¢a1 £g1+ 52.£e1 £xe1+ 53.¥c1 £xc1#) ] 49...h4-+ 50.¥xb6 h3 51.¥c7 [51.¥xa5?? la captura del peón es ingenua 51...£g1+ 52.¢a2 ¤c1+ 53.¢b2 h2-+] 51...e5 52.b6? [¹52.¥b6!? ¢f8 53.¥c5+ (53.¥xa5?? Un cebo envenenado que no debería aceptarse 53...¤f4-+) 53...¢e8 54.b6∓] 52...£e4-+ 53.¥xe5?? el último error, no el más importante. [¹53.¤c3 h2! Decoy: c2 54.¤xe4 h1£+ 55.¢a2 £xe4 56.£b1 £g2+ 57.¢a1-+] 53...£e1+ [¹53...£h1+ acaba con el oponente 54.¢a2 ¤xe5-+] 54.¢a2= ¤xe5 55.b7 Las blancas amenazan mate 55...¤d7 56.¤c5 Las blancas amenazan ganar material: Cc5xd7 56...¤b8 57.£xc4+ ¢h8 58.¤e4 ¢h7?? origina más daños [¹58...£e3 59.£c8+ ¢h7 60.£xh3+ £xh3 61.¤g5+ ¢g6 62.¤xh3 a4²] 59.£d3+− g6 [59...£c1 60.£xh3+ ¢g6 61.£e6+ ¢h5 62.£h3+ ¢g6 63.£e6+ ¢h5 64.£e5+ ¢g4 65.£g3+ ¢f5+−] 60.£xh3+ ¢g7 61.£f3 £c1 [61...¤d7 no es bueno pero¿ qué se podía hacer? 62.£d3 ¤b8+−] 62.£f6+ ¢h7 63.£f7+ ¢h6 64.£f8+ ¢h5 65.£h8+ [65.£xb8?! es una alternativa más débil 65...£c2+ 66.¢a1 £c1+ 67.¢a2 £c2+ 68.¢a1 £c1+ 69.¢a2=] 65...¢g4 66.£c8+ [66.£c8+ ¢f3 67.£xc1+− (67.£xb8?! es una mala alternativa 67...£c2+ 68.¢a1 £c1+ 69.¢a2 £c2+ 70.¢a1 £c1+ 71.¢a2=) ; 66.£xb8?! se refuta fácilmente 66...£c2+ 67.¢a1 £c1+ 68.¢a2 £c2+ 69.¢a1 £c1+ 70.¢a2=] 1-0
Capablanca, Jose Raul − Alekhine, Alexander [C12] (1−0)
St Petersburgo, 1914
[Shredder 10 (30s)]
C12: Defensa francesa (Variante MacCutcheon)
1.d4 e6 2.e4 d5 3.¤c3 ¤f6 4.¥g5 h6 5.¥xf6 £xf6N [5...gxf6 6.exd5 exd5 7.£f3 ¥e6 8.¥d3 f5 9.¥xf5 £f6 10.¥xe6 £xf3 11.¤xf3 fxe6 12.0-0 ¤c6 13.¤e5 ¤xe5 14.dxe5 ¢d7 15.¦fe1 ¥b4 16.¦e3 ¦af8 17.¦g3 ¦f5 18.¦e1 d4 19.¦d1 c5 20.a3 Capablanca,J−Gerwig,A/Pittsburgh 1909/CHECK MILLENIUM/0-1 (39)] 6.exd5 ¥b4 7.¥b5+ c6 8.dxc6 ¤xc6 9.¤ge2 [9.¤f3 ¥d7±] 9...0-0 Las negras enrocan y mejoran la seguridad del rey 10.0-0 ¦d8 11.¤e4 £h4 12.¥xc6 bxc6 13.f4 ¥a6 14.c3 Las blancas amenazan ganar material: c3xb4 14...¥f8 15.£e1 £h5 16.¦f2 c5 [16...£g6 17.¤2g3±] 17.¤xc5 [17.f5!? ¥xe2 18.¤g3 £g5 19.£xe2 cxd4 20.cxd4 exf5 21.¤xf5 ¦ac8+−] 17...¥xc5± 18.dxc5 £xc5 19.¤d4 ¦d5 [19...¥b7 20.£e3±] 20.h3 [¹20.¤xe6!? fxe6 21.£xe6+ ¢h8 22.£xa6+−] 20...¦ad8 Pierde material 21.£e3 e5 [21...¥b7!?±] 22.fxe5+− ¦xe5 23.£f3 £e7 24.¤c6 ¦e1+ 25.¦xe1 £xe1+ 26.¢h2 ¦d7 27.¤d4 ¥d3 [27...¥c4 28.£f5 £e8 29.b3+−] 28.£g3 [28.£xd3 es claramente más débil 28...£xf2 29.£e4 ¦d8∓ (29...£xb2?? el peón contiene una dosis letal de veneno 30.£e8+ ¢h7 31.£xd7 £xa2 32.£c6+−) ] 28...£b1 [28...¦e7 29.¤c6 ¦e6 30.¤xa7+−] 29.£b8+ ¢h7 30.£e8 ¦b7 31.¤e6! Decoy: e6 [31.¦xf7? no merece la pena porque 31...¥g6 32.¦xg7+ ¦xg7-+] 31...¥b5 [31...fxe6 32.£c6 Double attack(32.£c6 Decoy) ] 32.£c8 ¦e7? [32...£e4 33.¦f4 £d5 34.¤f8+ ¢g8 35.¤g6+ ¢h7+−] 33.¤f8+ ¢g8 34.¤d7+ ¢h7 35.£c5 [¹35.¤f6+!? y el Blanco puede ir relajándose 35...gxf6 36.£f8+−] 35...£e1 36.£f5+ ¢g8?? acorta el sufrimiento del Negro [¹36...g6 37.¤f6+ ¢g7+−] 37.£xb5 ¦xd7 38.¦e2 [38.£xd7?! no es posible 38...£xf2 39.£d8+ ¢h7 40.£d3+ ¢g8+−] 38...£d1 39.¦e8+ ¢h7 40.£f5+ g6 41.£e5 f6 42.£xf6 £d6+ 43.£xd6 ¦xd6 44.¦e7+ ¢g8 45.¦xa7 [45.¦xa7 ¢f8 46.b4+−] 1-0