Crónica de la séptima partida del Match Valbuena -Dominguez

Debido a los avatares sufridos por el anciano perro de Carlos pospusimos la partida de las 10 de la mañana a las 6 de la tarde. Los ancianos se iban sobre las 6,40h. y nos quedábamos en la más absoluta de las tranquilidades.


Había yo preparado durante toda la semana mi movimiento sorpresa, 7.-…, De7 al que Carlos responde casi sin pensárselo. Seis respuestas tenía yo preparadas y ninguna coincide con la del texto 8.- c3. Pensé que no sería más que, fácil de igualar, y así fue.

Cometo un error en el movimiento 18 avanzando mi peón a d5, pero Carlos no lo considera. Mi adversario se queda sin ideas y me regala tiempos con su caballo, que no se reflejan en ventaja, dada la posición cerrada del centro. La sensación en el tablero es distinta, claro.

En el movimiento 21, veo una clavada de Dama con torre detrás y no me lo pienso ni un segundo, jugando al toque por vez primera en la partida, pues me quedaban 45 minutos y a Carlos 1 hora. Es una preciosidad…. errónea. Carlos se asusta y no juega la ganadora.

A partir de ahí la partida se decanta rápidamente a mi favor, rematando la operación con una cazada de Dama, de las que hacen época. Por fin la partida más corta de las siete, 31 movimientos.

Ahora con el 2-5 la batalla de los Elos está igualada. Cinco victorias seguidas me han costado el inicio con dos derrotas.

Cerramos la tarde con un piscolabis en el bar de siempre, despidiéndonos hasta cuando nuestras agendas coincidan.

Alvaro Dominguez Coig