lunes, 19 de septiembre de 2016

Relato de Anécdotas de la Olimpiada en Bakú - Septiembre 2016


Lo primero de todo es que todavía nos estamos preguntando ¿Porqué salimos de viaje el día 1 de septiembre y llegamos en la madrugada del 2, cuando la ceremonia de apertura había sido el 1 por la tarde? Misterios del Destino.

Viajábamos cuatro árbitros españoles: Jesús García Valer de Zaragoza (no es apellido es su ciudad) invitado por Emil Sutovsky, una de las leyendas del ajedrez azerí; Eduardo López de Madrid, invitado por la Feda; Carlos González Pintado de Toledo, invitado por el árbitro principal de la Olimpiada Faik Gasanov, muy amigo suyo que incluso estaba viviendo en su casa desde hacía 20 días y éste servidor de Uds. que iba invitado por la E.C.U.

A las 10 de la mañana del día 2 reunión de árbitros (aproximadamente unos 180), donde se nos dieron las más básicas indicaciones y donde se efectuó el reparto entre la sección Open y la Femenina, así como los sectores y los “Jefes” Árbitros de Sector (Sector Arbiters).

A Jesús le tocó la zona Open y los tableros entre el 10 y el 24, encuentros de alto nivel. A Carlos y a mí nos tocó un sector dentro del Femenino con los tableros del 10 al 24. Luego yo fui trasladado como especialista en discapacitados a otro sitio muy amplio y tranquilo. A Eduardo López le destinaron a galeras en los últimos tableros del Femenino, arbitrando a equipos sin Elo del pelo de Guyana contra Islas Feroe.

Ahora me centro ya solo en anécdotas. Nada más empezar la ronda 1, arbitraba yo a Francia contra Zambia, me llaman un grupo de árbitros donde se encontraba mi Sector Arbiter: Igor Bolotinski. Había una chica en el tablero nº1 del encuentro entre Puerto Rico y Lituania que era prácticamente ciega, con 19 años y que además me dijo su Capitán, que iba irremisiblemente a peor. Le habían asignado a Carlos González que le asistiera, pero como lleva tiempo sin arbitrar se agobió muchísimo y dijo que no podía hacerlo. Me pasé el resto de la jornada moviéndole sus piezas a la joven (algo antipática, dicho sea de paso) y diciéndole lo que movía la I.M. Deimante Daulyte. Lituania quedó finalmente clasificada en el puesto 12, el mismo desde el que partía.

La Olimpiada es una Competición única, pues mezcla profesionales con amateurs y lo mismo ves pasar por el pasillo a Carlsen, Grischuk o Shirov como pasa un bombonazo de México, Bermudas o Singapore, disfrazada con un traje regional.

En la Olimpiada se aprovecha para ver a gente que hace mucho no ves; para que te presenten a otro que te interesa; para hacer contactos para el futuro… en fin.

Yo aproveché, que ya estaba allí, para asistir al curso de Organizador Internacional en las mañanas de los días 3,4 y 5. Asistimos unos 35 alumnos. Conocí a la Secretaria de la Federación de Uzbekistán, pues compartíamos los taxis que nos llevaban y traían al curso; hice buenas migas con el Secretario de la de Camerún; estreché lazos con el Vicepresidente de la Paraguaya; tuve el honor de conocer a una leyenda del ajedrez el israelita Almog Burstein. Uno de los pocos Árbitros Internacionales (A) y creador del famosísimo sistema de emparejamiento Burstein. Así que cuando me dio su tarjeta algo me sonaba. Por romper el hielo le pregunté si era su primera Olimpiada y después de unas risas me dice que no, que eran las vigésimo segundas. Ha quedado en mandarme su sistema de emparejamiento (aprobado por la Fida . claro) y lo usaremos en nuestros torneos. En breve lo incluirán en Swiss Manager. Es Inspector de la Fide y un montón de cosas más, pero le faltaba el título de Organizador Internacional.

Al cabo de unos días salió la nota que ambos habíamos aprobado el Seminario.

En la ronda nº 4 me asignaron al match de los ciegos contra Azerbaijan 2. (La anfitriona tiene el derecho de tener hasta tres equipos tanto en el Open como en el femenino). Me tocó sentarme en el primer tablero en frente del G.M. Vasif Durarbayli (2612). Cuatro horas de concentración con el tablero delante. La verdad es que nunca había jugado yo una partida tan buena contra un 2.600. Ahora… ¡qué facilidad, qué sencillez, sin despeinarse!, le ganó la partida a un 2.400 con las mismas jugadas que habría hecho yo. Con un peón de más, no hubo combinaciones brillantes ni tácticas sorprendentes… solamente el orden correcto y la elección correcta en cada momento. Toda una lección de ajedrez en directo.

Ha sido la primera Olimpiada de la historia con unas medidas especiales anti-cheating (contra-trampas). De hecho había 16 árbitros dedicados al asunto. Diariamente se sorteaban unos 20 registros al azar y al terminar las partidas se iban al cuartito de registros. No se permitía pasar a la sala ni bolígrafos, ni teléfonos, ni relojes. Aunque la gente tardó una o dos rondas en arreglárselas para pasar los móviles y hacer fotos. Todos pasábamos por unos arcos de seguridad y había una especie de guardarropas donde se dejaban los objetos que no dejaban pasar.

Para ir al W.C. o al kiosko del té y café, el jugador no pedía permiso, pero indicaba al árbitro que iba a salir de la sala. Si el asunto era un poco descarado o sospechoso pues se ponía en conocimiento de los anti-cheating. Todo un reglamento especial anti-cheating.

A los pocos días ya había en circulación un documento con las firmas de no sé cuántos Capitanes quejándose de las medidas, de tal manera que algunos dejaron de informarnos de a dónde iban.

Así una partida antes de terminar el encuentro Azerbaijan-IBCA (los ciegos), vi a Sutosky hablando con uno de sus jugadores y me acerqué a él diciéndole que quería decirle dos cosas. Una era que sus jugadores no avisaban que se iban de la sala, a lo que me respondió que estaban en desacuerdo con las medidas y que ya se habían quejado y que no pensaban hacer caso a eso…la segunda cosa es que no hablase con sus jugadores en la esquina de allí. Me puso una cara indescriptible y me dijo que con el que hablaba era uno de los que había terminado de jugar… es verdad….sorry, sorry…metedura de pata. Jamás arbitraré en Gibraltar.

En la ronda siguiente arbitré a Cuba contra Polonia. Los cubanos es la comunidad en la que mas amigos tengo. La gran mayoría han pasado por Madrid y en Collado Villalba o en Galapagar les he arbitrado y conocido. Desde Leinier Domínguez (Medalla de plata en el primer tablero) y terminando por Oleiny Linares Nápoles a la que hice un reportaje un año en Benasque, allí estaban todos. No les dí mucha suerte, pues les ganaron 4-0. El capitán de las cubanas, M.I. Lázaro Antonio Bueno me regaló su libro “Ajedrez juego ciencia y con ciencia”, que desde aquí le agradezco mucho.

En esta ronda la jugadora nº 3 del equipo la WGM Karina Szczepkowka-Horowska (2409) (en la foto) pulsa su reloj, le rebota y lo vuelve a pulsar. Por casualidad lo veo y me acerco a ella para decirle que ha pulsado dos veces y como en la jugada 40 el reloj añade 30 minutos, le va a dar el tiempo añadido una jugada antes. La cubana Pupo no se entera y yo le digo que por el momento siga mientras pienso lo mejor que hacer. Mientras se lo digo al Sector Arbiter pienso un par de posibilidades. Si la partida finalmente no llega al movimiento 39, para qué hacer nada y parar el juego. También se puede parar y quitarle una jugada al contador, ahora o en la 39. Llego al Sector y le informo. Me cuenta una anécdota del Aeroflot Open (que debió arbitrarlo, por eso era Sector) y me dice que también podemos preparar otro reloj y sustituirlo en un momento, pero sobre todo que no me preocupe que él ya hace suyo el problema y que yo siga vigilando los otros tres encuentros. Perfecto. Al cabo del rato le vuelve a suceder lo mismo por segunda vez y por tercera y por cuarta. Cada vez que se acercaba a la mesa el Sector yo le decía algo y él me hacía gestos compulsivos de que no me metiera. Pasó tres o cuatro veces… conseguí cabrearle verdaderamente, pero no se había dado cuenta que no sólo eran cuatro movimientos antes de los 40 sino que además les había añadido 2 minutos (4x30’’) a cada una, pero no me dejó decírselo. Al final se comió los dos minutos… en fin esta sí es una anécdota arbitral. Preparó otro reloj y se lo cambió. A la cubana nadie le había dicho nada y no hablaba inglés… en fin.

Dos rondas más seguidas con los IPCA (discapacitados pero todo normal, nunca entendí que pusieran 2 árbitros) contra Namibia y contra Gales. Con ayudante todo fue sobre ruedas pues como teníamos que avisar a un colega de al lado cuándo íbamos al baño o a tomar café, yo con el brasileño no tenía más que hacerle señas cada vez que me iba.

En la ronda octava el Sector me asignó a Irán-Kazajstán un encuentro de lo más exótico. Las iraníes llamaban mucho la atención, claro que no hay más que ver a su primer tablero Sarasadat Khademalsharieh (2429).

Pasaba un fotógrafo a paso ligero por el pasillo y de repente al pasar por delante de las iraníes, frena en seco y se pone a hacer fotos sin parar, 10, 20, 30 a cada una… qué descaro decía yo….finalmente me hace a mí una, a la segunda le miro y a la tercera le levanto una ceja tipo pose Zapatero.

Un rato después veo al Director del torneo bronqueando al Sector y de vez en cuando mirándome… . Al rato viene el Sector y me dice que tengo que cambiar de encuentro al de los discapacitados de nuevo. Yo había sido nombrado “oficial” de los IPCA y que qué hacía con las iraníes…

Me pasaron al IPCA contra Tailandia en el que no tuve incidentes.

Al llegar al Hotel por la tarde recibo un correo de mi buen amigo iraní, el G.M. Elshan Moradiabadi donde me adjuntaba una foto preguntándose si sigo siendo ese y agradeciéndome la suerte que les había dado a sus chicas iraníes que habían ganado 4-0 al Kazajstán. ¡Demonios! De donde había sacado la foto que dos horas antes me había hecho aquel fotógrafo… de la web de ajedrez más famosa de Irán. Había tenido que ser un tío desde Texas, USA, el que me la había mandado… vaya carambola…

Al Sector se lo habían dejado claro… nunca más me volvió a sacar del encuentro de los IPCA’s.

Rondaba por la sala cada día Leontxo García y en uno de esos me dice que se le ha ocurrido, dado que se estaban celebrando los Juegos Paralímpicos en Rio de Janeiro, hacer un reportaje comparativo con los paralímpicos de la Olimpiada y como yo tenía experiencia con los ciegos de Collado Villaba y estaba ahí también en la Olimpiada, que le dijera alguna anécdota o pista para su reportaje. Lo ha publicado en el país. Como siempre cambiando cosas…. Pero que se le va a hacer…. EL PAIS - Paralimpicos que ven con la mente

En el ecuador de la Olimpiada siempre se celebra la famosa Bermuda Party, en la víspera del día libre. El Presidente de la FEDA, Javier Ochoa nos invitó a cenar a toda la Delegación española en un sitio muy divertido que está implantado en el mundo entero menos en España e Italia que se llama “Vapiano”. Allí estuvimos cenando los equipos masculino y femenino, con los capitanes, con Miguel Illescas y su mujer Olga, muy simpático, el Secretario de la Feda Ramón Padullés , el gran Jefe arbitral Jesús Mena y los árbitros con nuestras respectivas. Después fuimos al Bermuda Party, pero era demasiado ensordecedor y no se podía hablar y nos fuimos al ratito.

En nuestro hotel estaba la familia más famosa de la Olimpiada, los Bellón-Cramling, ellas jugadoras y él Capitán del femenino de Suecia. También andaba por allí Veselin Topalov.


Esta niñita era la más joven de la Olimpiada, Fiorina Berezovsky (8).


Cada ronda se iba haciendo más difícil e igualados los encuentros y las rondas iba durando más y más.

La Olimpiada ha estado muy bien organizada, con muchísimos voluntarios e ingentes cantidades de personas de seguridad. Siempre había autobuses para los desplazamientos oficiales flanqueados por coches de policía que nos iban abriendo el tráfico. Solamente para los Seminarios nos dejaron a nuestro aire a golpe de taxi. No sé si por el precio de la gasolina o porqué, los precios de los taxis rondaban los 2-4 euros casi fueses a donde fueses, así que no hemos cogido un autobús de línea. Por supuesto siempre regateando el precio al pobre taxista.

Estuvimos alojados en un hotel fenomenal de 5 estrellas con piscina climatizada, sauna, baño turco y gimnasio, excelente. La comida muy copiosa y de gran calidad. Un lujito de vez en cuando que no viene mal.

El Capitán de cada equipo y cada jugador llevaban una tarjeta (como de crédito) verde y al terminar la partida los árbitros se la recogíamos, así era la manera de que cuando terminaban de jugar salían del sector y al no tener tarjeta verde ya no podían volver a entrar. Como había un Segurata en la entrada de cada sector y cada vez te miraba la acreditación, no había manera. Al terminar el encuentro y firmado el protocolo por los Capitanes con los resultados, se les volvían a entregar las cuatro “verdes” para el siguiente encuentro. Así que ni el reserva podía pasar a los sectores.

La ceremonia de Clausura estuvo también muy bien organizada y ahí ya nos abrieron la boca para la siguiente en Batumi, Georgia, al borde del Mar Negro, la número 43.

1 comentario:

  1. El anecdotario ha sido muy divertido y ya que nadie te lo dice, aunque muchos se lo han leído, por lo menos que se te reconozca que he pasado un rato ameno leyéndolo.

    Un abrazo
    Ricardo

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